viernes, 28 de abril de 2017

Carta de Valentín



Sevilla, en mi mente, y la comprobación demoledora de que el magisterio en ciencias ocultas del taurineo grande se ha salido con la suya, aprovechando la corriente toristas del toro tanga, y el alma a los pies apocalíptica se me ha caído. 
El búfalo mocho, la combinación perfecta, adiós al genuino toro de lidia, ya están aquí los cebones como advertí, en la real Maestranza con sus grimosos Maestrantes los tiene usted, cartel de feria, la gran coartada de unos profesionales expertísimos y de extraordinario nivel, sabios en lo suyo, llevan toda la vida en esto, se recuerda por si hubiera alguna duda y tontos no son, incluso sus antepasados ya estuvieron y los antepasados de sus antepasados y, sino se remedia, también lo estarán sus descendientes.
Me escribe ahora mismo Valentín Azcune lo siguiente, copio and pego: 
Acabo de leer en un libro del antiguo crítico e historiador "Don Ventura", que en una corrida celebrada en Madrid a mediados del siglo XIX (Plaza de la Puerta de Alcalá) el escándalo fue tan grande por la mala presencia del ganado (brochos hasta no poder herir, cojos, mansos...) que el Corregidor de Madrid (algo así como ahora el Alcalde) obligó al empresario de la plaza a dar la vuelta al ruedo, acompañado, para que no escapara, por dos alguaciles, para que así el público desahogara sus iras gritándole y diciéndole lo que le viniera en gana. Parece ser que murió de pena a las pocas semanas.
¡Cómo se las gastaban los aficionados y los Corregidores de hace ciento sesenta años!

Y cómo se las gastaban los empresarios de entonces,
 contesto yo desde aquí, que éste fue capaz de morir de pena a las pocas semanas, un romántico de libro, qué gente aquella, sevillanos míos.
Foto: portada de la obra "Las pequeños colecciones teatrales de la postguerra" de la que
es autor Valentín Azcune.

A las 14.14h del 29 de abril añade Valentín Azcune para información de todos y tras consultar los libracos de su fabulosa biblioteca, copio
and pego: 
"La corrida se celebró en la plaza que estaba al lado de la Puerta de Alcalá, el 21 de agosto de 1848. Lo cuenta "Don Ventura" en su libro "Al hilo de las tablas"  (3ª edición), pag. 290, y el empresario se llamaba Antonio Palacios".
Gracias de parte de todos, Valentín.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre ha sido ley de vida que a quien no se ha hecho respetar le engañen. Y si aun así a veces nos toman el pelo, calcúlese lo que sucederá cuando no nos defendemos. Y por supuesto, esto es lo que sucede en los toros. Sin ánimo de imitar en todo a nuestros bisabuelos de 1848, convendría que de vez en cuando protestásemos algo más, siquiera fuese para disuadir a los taurinos de que piensen en darnos gato por liebre.

La condesa de Estraza dijo...

Gracias por su visita y su comentario, Anónimo, y si vuelve por aquí y le apetece charlar de toros, ya sabe, búsquese un nick que aunque parezca mentira, facilita las cosas.
Ay, lo de las protestas que toca usted tan acertadamente, sueño con un alzamiento de la plaza de Madrid cuando cuadrara, pero, nada, mucha lengua en el tuiter dictando lecciones de maestro ciruela y luego se sienta el aburguesado personal en el tendido y se las dan con queso.

la condesa de Estraza

Anónimo dijo...

Yo creo, que ver la plaza ,con la pírrica entrada de ayer, en día tan grande es suficiente protesta,toreros de Madrid, pero que el aficionado prefiere verles con otros encaste. Aunque salieran 3 toros encastados,los dos de José Vázquez y el segundo de Victoriano, que les hicieron sudar la gota gorda y a veces desarbolaron, a estos especialistas en corridas duras.Por cierto, el primero de Victoriano, pura limpieza de corrales

La condesa de Estraza dijo...

Lo de torero de Madrid ha pasado a la historia, Bragao, ahora los toreros ¡de MADRID! duran una temporada, más o menos, justo hasta que los aficionados que los auparon se dan cuentan del paquete que resulta a la larga su dañino invento. Torero de Madrid: Antonio Bienvenida, o Chenel, o José Tomás, y antitomasistas algunos de los íntegros castañistas -saludos, Javier- como recordarás perfectamente.
No entiendo bien tu comentario, por otra parte, creo que te has equivocado de entrada, Bragao. Sobre Victoriano del Río, que es un ganadero que a mí me gusta, su primero, efectivamente terciado, que yo prefiero al zambombo, pero el sexto me encantó: un gran toro para un gran torero.
AVE, César Rincón.
Bs.

La condesa de Estraza