lunes, 20 de abril de 2015

Arrea, ¡un novillero!



Pues sí, cuando más tranquilos estábamos, casi amuermados, destacándose que dos aficionados de los fijos fueron pillados dormidos al caer el segundo de Loren Fraile, como lo oyen, y guasa hubo: Luismi y Manolito de nombre, llegó uno inesperadamente procedente del Perú y se puso a torear. 
Aromas de novillero de los de antes la tarde de su presentación en Madrid que tantos recuerdos trajo de otros tiempos, volteado repetidamente por un lote con sus complicaciones, herido leve aunque con tres boquetes en sus juveniles carnes, dos en los muslos y uno en el mismísimo escroto, cobró lo suyo, pues ya se sabe que los novillos cogen más pero hieren menos, son menos certeros que los toros, como ocurre con todo adolescente de especie cualquiera a la hora de pelear para defender su vida por comparación con el personal de colmillo 'retorcío'. 
Torero de medios, con mucho valor, variado y con esa garra indiscutible que traen los toreros americanos, sin coba, ni una posturita, seco como un palo, muy quieto, debidamente placeado se le apreció aunque con las lógicas lagunas técnicas propias de un debutante, pero con mucha verdad, aunque no es un estilista, ni falta que hace.
Y se lo llevaron a hombros y lo sacaron por la puerta grande, y yo me alegro, como un san Lázaro iba el muchacho tras el refregón, con su vestido purísima y oro empapado en sangre para enfilar a continuación la enfermería camino de la camilla de don Máximo, quedando ingresado posteriormente en la clínica de la Fraternidad tras haber dicho en la cátedra "aquí estoy yo" para lo que ustedes gusten.
Se llama Andrés Roca Rey, limeño, y se solicita un puesto para él en la feria de San Isidro, señor Chopera, si hubiera la mínima oportunidad.

Frente a esa marabunta hortera de partidarios de novilleros provincianos 
 que llegan de excursión a la Monumental todos los domingos pensando que la plaza de Madrid
 es una plaza de carros, es obligado reconoce el saber estar en semejante
 espacio a la cantidad de aficionados peruanos
 que con las banderas de su país colgadas de las barandillas de las gradas y de las andanadas, salpicando los tendidos, nos visitaron ayer.
Luego, de vuelta a casa, me tocó en el Metro sentada codo con codo
 con el padre de César Rincón, un señor educadísimo, ni un lord, con el que prendí la hebra y se aprovechó la ocasión para mandarles cariñosos saludos para el inolvidable titán colombiano.
Qué delicia de viaje, amigos míos.

domingo, 19 de abril de 2015

Fiel espada triunfadoraaa...



Lagarteran@s somos, venimos tod@s de Lagartera...

Romanza y coros de El huésped del Sevillano, precisamente, sevillano.
Libreto de zarzuela al que acudo para resumir en cuatro letras
 la ruina que presenta a día de hoy la Real Maestranza, otro solar, históricas arenas
 de las que me cuentan desde allí que su sabia afición ha huido
 y sus tendidos, vacíos todas las tardes salvo ayer para ver a tres
pegapases en estado puro mas uno de los tres un excepcional matador de toros, están siendo ocupados por un gentío cheli de dudosa procedencia.

jueves, 9 de abril de 2015

Alta política



Twit serio, ¿ya le han apretado los "niñatos" las tuercas a Carlos Herrera?

domingo, 5 de abril de 2015

Eugenio de Mora



Que conste en acta: yo le tengo mucha simpatía a Eugenio de Mora y lógico es, que no es lo mismo hablar de alguien a quien se le tiene simpatía, que de otro al que tienes atragantado.
A mí Eugenio me cae muy bien para empezar porque le vi pegar cuando yo viajaba docena y media de naturales en el platillo mismísimo de la Maestranza, de blanco y oro, que no los firma Espartaco
Eso para empezar, y luego porque me presenté un día en Mora de Toledo para conocerle, cuando el torero estaba completamente en el olvido, sin oler pitón, de la mano de nuestro común amigo Pernales, sin anunciarnos, y me trataron de cine. Allí, en Mora, pasé el día completo, y Eugenio me presento a sus padres, a su novia, y saludé a algunos de sus vecinos, con los que alterné, en una jornada inolvidable cuyo agradecimiento les debo.
Pues bien, simpatías aparte, hoy ha toreado Eugenio de Mora en Las Ventas, y a mí, por comparación con la tropa de luces trapacera que nos acogota, me ha parecido el mismísimo Curro Puya, resucitado, y de ahí para arriba.
No ha sido una tarde perfecta, ni completa, ni redonda, ni falta que hace, pero ha sido una tarde muy importante, de tremendo temple, temple puro, transparente toreo, de una sinceridad pasada ya de moda, incluso lozaneando de rodillas, cuando se debía lozanear para que la olla buya, labor de pulso de un torero muy serio que debe ocupar un sitio en las ferias para que se vea el poso que atesora, el aroma de otro tiempo reciente pero pasado, y que algún otro pintamonas se vaya para su casa de una puñetera vez por el bien de todos. 
Foto: JMSV para largacambiada

Siempre en mi recuerdo




Como todos los días 5 de abril desde que se puso en marcha el blog, cuando se cumplirá en agosto una década de su muerte, mi recuerdo para Alfonso Navalón que hoy hubiera cumplido el guerrero marciano de Aries ochenta y dos años de edad, con una canción que siempre que la oigo me trae a la memoria tantas cosas relacionadas con él.
Carmen, Carmen...

viernes, 3 de abril de 2015

Almohadillas I



Cagancho, no en Almagro, sino en Sevilla.