lunes, 25 de octubre de 2010

Lo que el viento se llevó

Próximamente, quiere decirse que cuando se pueda.

jueves, 21 de octubre de 2010

Por alegrías



"Hay otros mundos, pero están en éste".

lunes, 18 de octubre de 2010

La condesa, por Alfonso Navalón


Carmen la Timbalera

Hay que echarle un par de ovarios para recoger un premio de 'La Gaceta' y escuchar todos los piropos del discurso agarradita al brazo de esta bestia negra de TRIBUNA. Pero así es la vida, aunque algunos no quieran entenderlo. Carmen Esteban fue a recoger la hermosa estatuilla de Teyo y cuando empezó la solemnidad me sorprendió charlando de maldades con el presidente de las Cortes castellanas. Apenas hace un mes que desde estas páginas, descargaba una filípica arremetiendo contra el equipo taurino de Íñigo y esa fiera de Carmen viene con la querencia de las corderas a tragarse los nervios de la emoción para sentir a mi vera el calor del amigo viejo. Y cuando sube al estrado proclama que soy su maestro. Y no pasó nada. Porque ésta es la grandeza del periodismo. Podemos andar a la greña todo el año pero a la hora de la verdad lo que manda es el corazón. Y estos gestos de público cariño que uno recibe de vez en cuando tienen una emoción especial cuando te los dedica una criatura adorablemente perversa como Carmen. Y Carmen subió a echar su discurso de gratitud a las glosas de Pepe Ledesma, con esa gracia tan suya, con el valor de una mujer de rompe y rasga que ha roto moldes en el pacato comedimiento de la crónica provinciana. Subió entre la admiración de unos y el escándalo de otros. De los que se rasgaban las vestiduras por proclamar mejor cronista de la feria a una hembra cheli que no escribe de toros ni de toreros en el ruedo, que no juzga la bravura del toro de Valdefresno ni la faena de Andrés Sánchez. Pero allí estaba la faraona del periodismo taurino con su fibra de escritora del desgarro, la ironía, la ternura y el sarcasmo de víbora de la noche que le sale para ridiculizar a las que van por la vida de floreros. Y allí estábamos los cabales de sus devociones. No podían faltar los gitanos, como un contraste bravío entre los políticos y los terratenientes, porque esta mujer ha sentido como nadie el embrujo del bronce y su vida está llena de noches en blanco sorbiendo gozosa el misterio de una raza maldita y genial. Estuve en la ceremonia del Meliá Horus porque éste es un premio singular dedicado al gremio pintoresco de los que entretenemos al público desde los periódicos. Y Carmen no podía pasar desapercibida a la sensibilidad del jurado para que este año tuviera el toque picante de la polémica, entre la indignación de los clásicos del pase de pecho y la devoción de los que se rinden ante el periodismo de raza. Y dentro de esta raza Carmen tiene una apasionante biografía. Que no ha hecho más que empezar. Estuve allí a paso de banderillas porque tenía el compromiso de una cena más sosegada donde otra Carmen nos había preparado un arroz con liebre y unas perdices estofadas. Me enteré del suceso a última hora cuando ya habíamos consumado la travesura de ir a la finca de un amigo al furtiveo de cazar antes que se abriera la veda. A mí esto de la caza no me gusta mucho. Pero el furtiveo es algo apasionante. Y no iba a dejar pasar la ocasión. Allí quedaron la plana mayor de 'La Gaceta' sorprendidos una vez más que la amistad y la competencia pueden ir de la mano. Y estando tan reciente el varapalo no pasó nada. Aunque a más de uno se le pasó por la cabeza eso de que "si tuviéramos a Carmen y Navalón juntos, acabábamos con el cuadro". Pero así están las cosas y en la nobleza de la rivalidad el que sale ganando es el público. Así se reparten los amores como repartí los canapés del Meliá con la intimidad del arroz con liebre.
Y conste que Carmen Esteban tiene mucho de liebre.
Momento presumido por mi parte dedicado a un perro que atosiga en la entrada anterior, y en la anterior, y que firma el perro como "Uno que le gustaría ser del Lobby". 

lunes, 11 de octubre de 2010

Dedicatoria

Aunque será debidamente contestado en una entrada anterior en la interviene insultando y con ruego de que todos los interesados no se pierdan el hachazo, con el tiempo y una caña será dedicado este trabajo a un cerdo que firma como "uno que le gustaría ser del Lobby", luego agrede desde el anonimato como acostumbran los delincuentes de la ya célebre secta.
Vaya por delante de momento la ilustración, con El Timbalero, de Paul Klee, y la firma de Alfonso Navalón.

viernes, 8 de octubre de 2010

Se recomienda

Para dar cuenta de los espacios que se recomiendan a la hora de seguir la feria de Zaragoza, he escogido la foto de este novillo, corrido ayer tarde en sexto lugar y que le tocó al aprendiz Antonio Espaliú, que atufa a torero el muchacho a la legua, garlopo que debemos memorizar para que nos sirva de comparación cuando en La Misericordia suelten las cabras que se suponen que saldrán para que les den fiesta lo más granado del escalafón superior, que no figuras del toreo, porque en este momento no hay figuras del toreo y el que había hasta hace unos meses está retirado por cornalón mexicano.
Pasen por aquí y por aquí.
foto: burladero

Me mudo

Aunque este blog mantendrá la actividad normalmente, durante la feria de Zaragoza me mudo al del Caballero Negro, que nos saluda el caballero en la fotografía alzando su jipijapa desde una barrera de la plaza de Bogotá, talmente japy, para recordarnos aquello que dijo creo que Jardiel"el sombrero no está hecho para ser puesto sino para ser quitado".
Mi colaboración allí, diaria, aunque depende de si mi anfitrión puede arreglar la inoportuna avería que tiene en el sistema
-según él obra del nefasto Polo hoy ya, dicen, coempresario de la Misericordia- 
será en apoyo a su crónica y como el año pasado, que tanto éxito tuvimos, se volverá a titular "El baúl de la condesa".

jueves, 7 de octubre de 2010

miércoles, 6 de octubre de 2010

lunes, 4 de octubre de 2010

Por soleá


Me disponía a oír las radios de toros, domingo noche, pero quita, quita, menuda paliza, huyo de la SER y de la COPE como de la peste, zzzzz. 
Y acudo como siempre a Camarón como ciervo que a la fuente de agua fresca va veloz, seguimos en Málaga, 1990, Tomate, sembrao, en una pieza que lleva más torería encima, y su explicación, que todos estos locutores de chichinabo en programas de radio paranormales que tanto daño le están haciendo al toreo.
Ni caso les hagan.
Charlatanes, antiguallas, obvios por simples, dan grima, es preferible Iker Jiménez y sus misterios o cualquier entretenimiento similar, de lo contrario, Camarón, Camarón y Camarón en la madrugada II tras Juan Mora, oído al parche y a escuchar detenidamente pillando claves de nuestros primicos los flamencos. Fuera ya de una puta vez determinados personajes del mundo del toro, jubilación, merecida, pero jubilación, que si les seguimos dando bola acabarán con todo lo que tengan que acabar sin que les importe el desastre que se le avecina a la Fiesta internacional.
Camarón por soleá, decía, ahí está todo lo que tiene que estar y lo demás es cuento, no se pierdan detalle y comparen radiografías.

domingo, 3 de octubre de 2010

Todos felices

Enhorabuena y nuestro agradecimiento, Juan Mora, el toreo ha quedado restaurado en la plaza de Madrid cuando menos se lo esperaba uno: dios existe. Sus pies asentados y en el olvido de su prodigiosa cabeza milimétrica, como si anduviera usted de paseo, cuánto valor frente al toro, torero. Su cintura de flexible junco marinero cincuentón, y esas tabas suyas de sus muñecas rotas por el peso de la espada de verdad, gracias, Juan, tenía que llegar y ha llegado. No faltó nada, ni sobró, ni siquiera el clasicismo del brindis a un amigo en tiempos de coletas que pegan monterazos dedicados. Qué feliz tiene que sentirse Ignacio Álvarez Vara, no me hubiera gustado estar en su pellejo, en el de Ignacio, pero ahora le envidio porque irá ligado eternamente a una obra de arte inmortal.
Un abrazo muy cariñoso para los dos, maestro del toreo, y maestro. 
foto: burladerocom

sábado, 2 de octubre de 2010

Para mis niños



Del legendario concierto en Málaga en 1990, ya José enfermo, tampoco os perdáis de vista a Tomate con esa pinta de personaje del Romanticismo a lo lord Byron, pillad la pieza como se debe, merece la pena.