lunes, 30 de junio de 2008

Una anécdota

El Gallo, que vivía en Madrid, aprovechaba el coche de Juan Belmonte para ir o venir a Sevilla. Así, un día Juan le avisó para que estuviera preparado para la mañana siguiente que pasaría su chofer a buscarle, ya que regresaban a la capital. El chófer conduciendo, el de Triana a su lado y el gitano atrás atravesaban Despeñaperros a buena velocidad cuando vieron como un tren de pasajeros echaba humo negro intentando subir la pronunciada cuesta,
chaca-chaca-chaca-chaca,
prácticamente parado iba por entre las montañas, que dejaron para atrás de un oportuno acelerón al modernísimo automóvil.
Cuando habían superado el puerto y ya cruzaban la llanura manchega, ven que viene embalado el tren a sus espaldas, muy deprisa,
chacachá, chacachá, chacachá, piii, piii, y que les adelanta a toda mecha. Abre la ventanilla Rafael y dice mirando al tren:
"ezos cohonitos en Dezpeñaperros"

viernes, 27 de junio de 2008

La depresión




No existe un sentimiento en el hombre tan íntimo como el de la enfermedad, incluso las físicas externas. Por ello, ante el pudor terrible que me invade llegado el momento de contar la mía, me voy a apoyar como pauta de salvamento en un topito que salió el miércoles pasado en La Gaceta de Salamanca firmado por Carmen Esteban, que dice así:

ABRAZO. Me dio el demonio un sobrino, porque Dios no me dio hijos... así que me dirijo solidaria a la familia de Adrián Gómez con un abrazo muy fuerte porque mi niño querido también fue a parar a una silla de ruedas. Terrible golpe familiar que debe ser aceptado con valentía, difícil, yo lo sé. Sé que nos hunde el verlos pasar de un día para otro de jugar en la 'urba' a ser un interno más del Hospital de Paraplégicos de Toledo. Pero se debe intentar no perder la alegría y seguir viviendo, aunque nada más sea para que el enfermo nos note fuertes y confíe en nuestra seguridad.

Cuando Rodrigo se encontró en semejante trance (un tío sanísimo, un gran deportista, la alegría de nuestra casa) le faltaban nueve días para cumplir los dieciséis años. Yo había llegado de la feria de Salamanca con el palizón lógico de tanto curro, y de lo que no es curro, y nada más pisar Madrid recibí la llamada de un buen amigo, ex miembro de la Asociación el Toro de Madrid, diciéndome que quería hablar conmigo en nombre de Pepecarlos. Señor con el que yo mantenía una relación, larga e intensa, muy intensa, que comenzaba a entrar en combustión puesto que su segunda y actual esposa, se había enterado. Las palabras que me dijo aquel emisario aquella tarde de finales de septiembre las tengo yo grabadas en el hueso amarillo de la frente, tal y como se ve en los arcos de los puentes las inscripciones romanas. Son estas:
"Le dices de mi parte que aunque estoy enamorado de ella opto por la solución más convencional, me quedo con mi esposa".

Un palo como el que supone que el miembro más joven de tu familia se quede paralítico inesperadamente semana y media después, me cogió muy débil, no comía, y ya empezaba a gestarse con virulencia el terrible trastorno alimenticio que he sufrido.
(Pobre Letizia Ortiz).
La mente hecha puré, la cabeza ida, la tensión bajo mínimos, sí, excelentísimo señor don José Carlos Fernández-Villaverde y de Silva-Bazán, conde de Estradas, "mal fin tenga, jaaa", pues no encajaba la realidad que me tocaba encajar y me revolvía como un animal fiero embistiendo a todo aquello que se encontraba a mi paso. Y mi paso fue una depresión muy profunda que llegó a velocidades de vértigo, a mí, a la optimista eterna, a la vividora, sin que en aquellos momentos supiera nadie cúal podría ser ni cómo el fondo del pozo en el que me encontraba existiendo como si fuera un vegetal.

El destino estuvo un poco más aún en mi contra pues me había comprometido con una colaboración venteña a realizar durante la feria de Otoño. Lo que me permitió presenciar en los toros a escasos treinta metros de mi esqueleto, como todas las tarde Pepecarlos se tronchaba de la risa en algunos momentos de la corrida y andaba por allí muy dicharachero acompañado por su mujer y sin respetar el dolor del vecindario la Noble pareja
-había más de un herido-
ya que lógicamente esta señora no le dejaba de solateras ni a sol ni a sombra.

Hubo gente que flipó, la justa, pues la situación fue muy sabia y discretamente controlada por la gente de mi entorno, y es ahí precisamente y en el actual boca a boca donde comienza el desprecio personal y taurino hacia un pobre coleta que acabará sin saber dónde meterse. Hijo de puta tal, que al verme entonces por los pasillos de la plaza deambular como un fantasma sin reserva ninguna en mi organismo, preguntó a alguien de mi total confianza con su reconocida flema inglesa, "¿no explota demasiado lo de su sobrino?".

(Fue en aquel tiempo cuando se gestó mi venganza y el afán de conseguirla es lo que me ha salvado del hoyo, vivo para ello, sin conocer por entonces la extraordinaria herramienta de los blogs. Aquellos pasillos de aquella planta infantil de niños inmóviles, recordando las escenas contempladas horas antes que volvían a mi retina del tórtolo y la tórtola en la grada venteña, han sido el motor de esta página).

viernes, 20 de junio de 2008

Pregunta

Ante el desastre ganadero de las primeras ferias provincianas de verano, Alicante como referencia de afeitado, droga y rock and roll, me gustaría preguntarle a algún empollón de la braña
si quedan o no quedan toros astinegros
-astiverdes en Salamanca-
en alguna de las dehesas de Iberia.

jueves, 19 de junio de 2008

Muy agradecida

Hoy está siendo uno de los días más felices profesionalmente de la ya larga vida de la que firma, como colaboradora en los más variopintos medios de comunicación. La repercusión de un artículo de mi propiedad comienza a resultar apabullante, que es el último fin del periodismo, con la consiguiente propaganda gratuita para el diario salmantino que me tiene colocada. La inmensa dicha se la debo a ustedes, a los lectores tanto de aquí como de allí, a los que les doy las gracias por prestarle atención a las polémicas letras impresas de servidora.

Tan contenta estoy que llevo desde que me he levantado escuchando cante, tirada en la patera del sofá mientras dejo fluir la perrez en este caluroso día madrileño. Nada de modernuras al aparato, aquí me encuentro revisando toda la obra que poseo en grabación casera y que conservo como oro en paño, realizada cuando El Cigala vivió en mi casa aquel tiempo inolvidable para ambos.
Por tonás tengo joyas, que dadas las rudimentarias condiciones acústicas con que las realicé, suenan tan antiguas y con tanta esencia como cuando los discos eran de pizarra.
Por bulerías no es que tenga joyas sueltas como ocurre por martinetes, es que tengo un tesoro de valor incalculable y me acabo de dedicar una letra para homenajearme a mí misma en soledad. Dice así Dieguito Farina atacando un popular por el más puro soniquete de Jerez con la voz rota, rozá como dicen los gitanos, pues los fríos del calabozo ayudaron a que por fin se le quebrara:

"Ole,
ole y Holanda,
por donde voy mire usted si yo tengo salero,
que me sacan en volandas lo mismo que a los toreros".

Lugar de la grabación el salón de mi anterior domicilio, tarde de ensayo improvisado, café, copa y tabaco, mucho tabaco, y acompaña a Dieguito a la guitarra Agustín Carbonell, El Bola. Al saxo Jorge Pardo, a la caja Ruben Dantas, y a Bernardo Parrilla se le escucha al fondo enredar con las cuerdas de un violín.

(La foto fue realizada por uno de los soldados de puerta de la sala de visitas del cuartel de Transmisiones de Madrid).

lunes, 16 de junio de 2008

domingo, 15 de junio de 2008

jueves, 12 de junio de 2008

Pepecarlos el Vetador

Son todos los años estos días de mediados de junio muy placenteros para mí. Oscurece tarde, largos son estos días que me tomo como una novedad muy agradable pues desde hace algo así como mes y medio o más, no conozco otra luz de anochecida que la venteña.
Salgo, entro, subo, bajo, comienzan a prolongarse hasta alta horas las veladas en las terrazas de los bares de la plaza y estoy tranquila, el reencuentro con la vida cotidiana trae consigo un tiempo de concordia.
Hasta tal punto callejeo a todas horas sin otro plan que el de fundirme con el paisaje urbano y emigrante del centro de Madrid, que había decidido darle un respirito a Pepecarlos y pasar un poco de él.
Nada, ni eso, no logro encontrar el descanso desde el fatídico instante en que conocí a este tipo de la foto con esa cara de amargura, y aquí me tienen de nuevo dispuesta a pegarle otro zarpazo. Lo hechos se empecinan, todas las señales me indican que de respirito nada, qué cosas, no se puede una descuidar.

El pasado domingo me piré con Rosa Jiménez Cano a meter la nariz en la corrida de Beneficencia de Ávila conociendo de antemano más o menos la tostada, y tanto nuestra compañera de El País como la que firma dimos cuenta en nuestros respectivos blogs, denunciando, lo que allí vimos y lo que vimos fue una becerrada de Valdefresno afeitada (presuntamente).
Eso por un lado,
por otro, como todos ustedes saben un rimbombante grupo de aficionados pretendieron reformar ellos solitos y sin contar con nadie la suerte de varas y se estrellaron en el empeño.
Pepecarlos como director de orquesta y
cuyo órgano de información es otro blog, el blog del Manifiesto por más señas conocido, que no es por nada pero huele a cadáver a la legua.
Órgano de información, relativamente, que estaría dirigido para que todos aquellas asociaciones de aficionados o individuos que se adhirieron en su momento, se enteraran de todo lo que pudiera afectar a la postura de lo que suscribieron.
Pues he aquí que, publicado el atraco cometido en Ávila para más inri por la autoridad, las íntegras personas encargadas de todo lo relacionado con el parapléjico y acomplejado asunto del Manifiesto, dan cuenta y enlazan el blog de Rosa para que sus usuarios se enteren de lo ocurrido, y ocultan el mío que no deja de dar alguna pincelada diferente.

Chsss, que de envidia por mi parte nada de nada, que yo no rivalizo ni compito con nadie aquí y de mí pueden decir si les place que maté a Monelete, que les recuerdo que este espacio no tiene otro fin que el de poner en su sitio a un sujeto más falso que una escopeta de feria y todo lo demás relacionado con el cuerno pocho es que me la refanfinfla.
Pero como el sujeto falso como una escopeta de feria es el que maneja el cotarro y el que mangonea lo del II Encuentro y sus derivados, y sus secuaces se limitan a obedecer como corderos, estos señores vienen ninguneando mi trabajo seguramente con intención de herir a la encabronada titular.
Señores que yo no sé quienes son ni conozco de nada ni jamás les he faltado. Pero alguien una vez me comunicó que desde la presentación del bodrio en Madrid mi nombre esta proscrito, como se demuestra, y además ese alguien me facilitó la identidad del brazo ejecutor de las ordinarias sugerencias del Pepecarlos, identidad que no voy a hacer pública por ahora.

Me parece muy bien todo el coté, eso me da categoría y grandeza, pero lo grave reside en que dejan de atender las obligaciones de informar debidamente a sus lectores y simpatizantes, cientos, de los que se podría pensar que a día de hoy no le hacen ni puto caso a todo aquel grandilocuente Manifiesto, que tampoco se trata del Manifiesto Surrealista que partió las vanguardias europeas a principios del siglo pasado en dos mitades.

Van 'daos', pero si el tema es que huele a cadáver que atufa, así que lo que únicamente se pretende con este post es decir que me he enterado del nuevo veto, que me ha sentado de cine, y que me han dado la oportunidad de arrearle otro cachiporrazo a Pepecarlos apoyada en las burdas razones que sus machaquillas me ofrecen.
Y es que estos novatos de la vida y sus recovecos existenciales me están poniendo el asunto en bandeja, Dios les guíe y que sigan por el mismo camino. Pues como no es la primera vez que el coletilla coronado sugiere que mi nombre (y no a título personal sino como representante de un colectivo) sea tachado allí donde debería figurar por justicia, me revelo. Así, lo único que me mueve a escribir, aprovechando que se me ponen a webvo, es hacérselo saber a todos aquellos que sigan interesados en conocer alguna novedad acerca de la catadura moral de este inefable conde.

Porque cuando aquí se habla de Pepecarlos, me estoy refiriendo al excelentísimo señor don José Carlos Fernández-Villaverde y de Silva, conde de Estradas.

(Foto: Asociación el Toro de Madrid)

martes, 10 de junio de 2008

Dos toros, dos

No entiendo por qué tras una feria de San Isidro terrorífica en cuanto a resultados artísticos, se tiene que premiar por narices a los actuantes. Que dejen los premios desérticos, o mejor que supriman estas retahílas de galardones tan antipáticos que para lo único que sirven es para promocionarse por todo el morro las entidades que los otorgan.
Cuando no para que los miembros del jurado se peguen un homenaje rodeados de toreros que no tienen reparos en ser manoseados, descendiendo a la tarima de una sala rociera de dudoso gusto y consiguiendo con ello apagar todo el halo propio de una figura del toreo.

¡Qué espantosas reproducciones de esculturas en resina son entregadas al ganador! Qué reportajes gráficos a la hora de la entrega, qué ganao presente en el convite, qué pelaje general. Comparo estas vanidades tan horteras con los reconocimientos que en otras actividades culturales se les hace a sus celebridades, y es que siento vergüenza ajena. Hablo exclusivamente de los toreros, de los toreros premiados, que suelen ser precisamente los más complaciente con el abuso que ejerce sobre ellos el poder -ummm- luego podría darse el caso de que hubiera gato encerrado a la hora de la votación.

Porque los premios siempre se los llevan los mismos, y de Rafael de Paula o de José Tomás, de Antoñete o de Julito o de Morante, no se tienen noticias de que nadie les haya reconocido masivamente mérito alguno. Pudiendo sospecharse que a esta clase de toreros, con postura de torero,
("Yo no soy un torero de clase, soy una clase de torero", El Gallo),
no les dieran bola los jurados sencillamente porque no se prestan a ir a recoger honores que degradan. Decía Coco Chanel que el éxito consiste en cuidar los pequeños detalles.Y es debido a la garbancera imagen que da la Fiesta en lo tocante a los pequeños detalles, como es el saberse mostrar en público, lo que le produce repelús a un pueblo que estaría obligado al menos a conocerla. Y que reniega de ella, y más que renegará, porque la ve tremendamente anticuada y falsa, como un reducto propio de hombres catetos y civilmente retrasados.

No pasa esto, sin embargo, con el toro, y toda mención pública para el animal me parece poca. No dejamos de estar hablando de una feria ganadera, de una muestra, del gran certamen universal de la bravura, y como corresponde a tal condición está muy bien otorgar diplomas y condecoraciones al ejemplar más destacado, rindiéndole póstumo homenaje en la persona de su criador.
Así que me apunto a una corriente de opinión que tiene a los aficionados madrileños divididos, y la fomento. Pues nos vemos obligados a decantarnos entre dos toros únicamente, un mano a mano de toros, con el agravante de que uno de los toros era español y el otro portugués. Lo que trae consigo el inevitable componente del chauvinismo, no en vano todos sabemos que la cabaña nacional anda a la deriva, mientras que de la portugueira no se puede asegurar que sea una reserva únicamente porque los taurinos de acá no están dispuestos a mostrárnosla.

Buenos los dos toros, impecablemente presentados, luego ya la personal elección depende de los valores individuales que cada uno le conceda a las cosas, sin que por ello se considere con razón el que optó por uno de ellos, frente a los que optaron por el otro. Los toros son Aragonés, de Cuadri, toro-sorpresa que viene a frenar la cuesta abajo que llevaba la ganadería y que le ha debido de dar moral y orientación campera a Fernando Cuadri, un señor que por la categoría humana y profesional con las que trabaja merece todo lo mejor.
(Fernando: cuídese de determinados aficionados, que lo mismo queriendo hacerle una propaganda beneficiosa le están perjudicando).

El otro toro, y por el que yo me decanto, es Rachido, de Palha, y me decanto por motivos varios, aunque el principal se debe a las hechuras y a otras apreciaciones externas.
Más basto el de Cuadri, peor hecho para mi gusto, rematar no remató si lo comparamos con la que le formó Rachido a los tableros para salir, luego de taladrarlos, con el pedernal de la bellota de los pitones intacto.
A Rachido le encontré más viveza en la arrancada, más distancia, fue más rápido, me hubiera dado mucho más miedo estar delante de él que de Aragonés
Rachido fue un toro impresionante y un orgullo para cualquier ganadero, mi enhorabuena al titular de la Herdade de Adema.

Artículo firmado por Carmen Esteban, publicado el pasado miércoles, 4 de junio, en La Gaceta de Salamanca.
(Foto: ToroAlcarria)

domingo, 8 de junio de 2008

Beneficencia de Ávila


Ayer se celebró en Ávila la corrida de la Beneficencia, organizada según rezan los carteles por la Diputación y la empresa Servicios Taurinos del Duero, S.L.
Fueron lidiaron seis chotos de Valdefresno afeitados (presuntamente, supuestamente, al parecer, no sea que me entrullen) por El Cid, Javier Valverde y Alejandro Talavante, que cortó una oreja. Ante un aforo que rondó los tres cuarto de plaza y con un frío polar en los tendidos, público el avileño de una inocencia infinita.
Aquí tienen la foto de uno de los novillos corridos, sacada del blog torero de Rosa Jiménez Cano, que se hinchó la tía con un zoom nuevo que le había traído de Chicago Willy Cann.
¿Quién es el responsable de lo que ustedes están viendo en la imagen?
Pues miren, a mi manera de ver y entendiendo que los toreros cuanto más se les permita manipular al toro, mejor para ellos, y que como los empresarios suelen ser los apoderados de los toreros y además de las pelas de la taquilla se embolsa la comisión der mataó, a mi manera de ver el principal responsable de esta aberración es el ganadero.
Pero reparen en que el festejo estuvo organizado por la diputaçao provincial, luego la responsabilidad última de semejante atraco recae en la autoridad, que como todo aficionado sabe en cuestión taurina es absolutamente corrupta.

Recomendación

Se recomienda en http://www.lostorosconagustinhervas.blogspot.com/ el artículo de Agustín Hervás titulado Prisión para Morante, y aclaro que yo no he visto el festejo al que se refiere.

Debo añadir:
1 - Entendiendo que el toro nunca fue tan brutalmente humillado y que comienza a imponerse el profanar un bien cultural que como ciudadana me pertenece, exijo una revisión urgente del reglamento.
2 - De no causar efecto, me apunto a la petición que propone el autor en todo lo que incumba a solicitar oficialmente y desde los medios que sean la inhabilitación para caballo y caballero.
3 - Si acaso este pasote se consintiera, yo concretamente pensaría en pasar al bando de los antitaurinos y combatir desde allí aliada con ellos.

Enhorabuena, Agustín, ah, y aunque la afición de Madrid comienza a dar síntomas paranormales, esa afición de la que hablas no es la afición de Madrid.

(Foro: http://www.las-ventas.com/)

viernes, 6 de junio de 2008

Por partes

Conozco perfectamente la Monumental de Madrid y sus reacciones pues estoy abonada a ella desde 1972. Así que como barruntaba servidora de ustedes puerta grande, me busqué la vida muy bien buscada para asegurar el transporte de vuelta la 'burra al trigo'.
Gracias sean dadas a Javier Matos -y a su chófer, Florentino- que debido a que puso el Rolls estratégicamente aparcado a mi disposición, ¡ea!, pude evitar el colapso que supuso un atasco impresionante, humano y de todo clase de vehículos, por los alrededores venteños.
Como sabe el personal, la que firma y José Luis Suárez-Guanes, conde del Valle de Pendueles y el último gran historiador del toreo, son dos seres inseparables e indivisibles desde hace un cuarto de siglo.
Años ha que yo no veo como muchos aficionados se acercan al que fuera crítico de ABC y, llamándole maestro, le piden datos sobre el tiempo que hace que en la plaza madrileña no se produce el hecho de cortar cuatro orejas un matador de toros en una sola tarde. Mi Gordi, que anda mal de las piernas pero conserva la memoria intacta amén de la generosidad con sus saberes que facilita a los demás con su reconocido señorío, esto fue lo que iba respondiendo a todos aquellos que le solicitaron opinión.
En cuanto a matadores, antes de José Tomás, han cortado cuatro orejas en una tarde los siguientes:
Litri, en 1951.
Chicuelo, el de Albacete, en 1954.
Gregorio Sánchez, José Luis le llama siempre Gregoriano, en 1957.
Antoñete, en 1966.
Mi Miguelín, en 1968, que cortó seis orejas después de que le soltaran de la perrera tras haberse tirado de espontáneo a un perritoro de El Cordobés.
Y el 22 de mayo de 1972, día de santa Rita de Cassia, abogada de lo imposible, querido Coronel, feliz cumpleaños con retraso, lo hicieron dos toreros, Palomo Linares y Curro Rivera.
Pero la última tarde que se cortaron cuatro orejas en Madrid la protagonizó un novillero, Antonio Guerra, 1975. Antes, hablando del escalafón inferior, lo habían conseguido Manolo Vázquez (1950), Tinín (1965) y José Luis Galloso (1971).

Próximamente, una bomba aquí

("Bombardeo en la cola de la leche", dibujo de Rafael Cerillo, 13 años, Teruel)

domingo, 1 de junio de 2008

Cerrado

Este blog permanecerá temporalmente cerrado debido a leves problemas de salud de su autora, que la van a tener ocupada por unos días.
Así mismo les cuento que también el parón
-que pretendo que sea breve-
se deberá a que vengo siendo amenaza desde hace meses, al teléfono de mi domicilio, y se me aconseja un descanso de orden emocional, dando cuenta a las autoridades de ello por si sufriera una algún accidente inesperado.
Aunque lo llevaba en secreto y así pensaba seguir, quiero que sepan que las llamadas telefónicas durante la feria de San Isidro anunciándoseme que me van a matar han sido constantes, a horas nocturnas y diurnas, espaciadas pero constantes, con el perjuicio y las lógicas preocupaciones para la gente que me rodea y que me quiere.
Llamadas hechas en nombre de una persona, de la que lógicamente no puedo asegurar que esté o no esté detrás, persona a la que yo avisé informándola de lo que estaba ocurriendo a través de una llamada mía a su movil realizada el pasado 24 de mayo a las 23.23 horas.
Volveré, queridos amigos, no me olviden.